martes

Empleados productivos = RRHH más ágiles

Parece que los bancos en EEUU, están pasando problemas no sólo desde el punto de vista económico-coyuntural, sino además desde el punto de vista de la retención del talento. El promedio de inversión en formación es de $ 650 por empleado, mientras que otras industrias, pasan un promedio de 1.100 dólares por empleado, según un estudio publicado recientemente por la Asociación de Banqueros Estadounidenses (ABA). Un porcentaje importante de los ejecutivos no estaban del todo contentos con la política de retención que se estaba practicando. Según se indica, los ejecutivos de los bancos creen que deben tener mayor reconocimiento y tener bien definidos los planes de desarrollo. El problema principal estriba en que una mayoría de los bancos no son capaces de evaluar las necesidades de formación de los empleados y sus resultados, según dicho informe.

Curiosamente en España, tenemos una situación similar en muchos sectores. Hacemos grandes políticas de formación, (la mayor parte de las veces no alineadas con las necesidades reales y objetivos cercanos de la empresa); no medimos los resultados de dicha formación, (con lo cuál no sabemos si ha sido inversión ó gasto, cuestión muy importante, pues en empresas de una determinada envergadura podemos hablar de bastantes millones empleados de las antiguas pesetas); no sabemos ó no analizamos si toca ó no formación en un determinado año, ó si la productividad del momento depende de otros factores más psicológicos que formativos (como es el ambiente de trabajo, el reconocimiento ó la conciliación familiar…)

El mundo empresarial cambia a pasos de gigante y debemos flexibilizar, agilizar y armonizar las políticas de RRHH. Ya no hablamos de implementaciones de medio y lardo plazo, sino de eficacia a corto, pues mañana quizás hay que cambiar de rumbo.

RRHH debe cambiar el chip. Ya no valen las grandes políticas, sino los pequeños detalles, para retener talentos. Adjunto un video del profesor Hatum que plantea de otro modo esta idea.

jueves

El imparable envejecimiento de los profesionales

El nº de personas mayores en edad laboral aumentará dramáticamente en los próximos años en muchas partes del mundo debido a la fuerza laboral en declive y envejecimiento de la población. Esto supondrá incrementar los gastos de los empresarios al ofrecer beneficios de jubilación y de salud, según un nuevo informe del World Economic Forum. Promocionar el trabajo de las personas en edad avanzada, es una cuestión que aún se debate hoy sobre su eficiencia y rentabilidad. Desde luego es muy duro pensar esto, cuando en realidad, un gran número de trabajadores con edades comprendidas entre los 55 y 65 años, por no decir a partir de los 50, están en el mejor momento de su carrera, siguen con muchas ganas y además tienen un “knowledge” consolidado y necesario para ayudar en la estrategia de cualquier proceso. Siempre se ha dicho que la “experiencia es un grado”, pero realmente desde el punto de vista de rentabilidad, sigue en entredicho. Dada la tendencia de crecimiento de esta circunstancia, se hace obligado un continuo debate de mejora de esta situación a nivel mundial, atendiendo la cuestión de asistencia sanitaria de estas personas, enfocando sus carreras profesionales a puestos que agreguen valor en base a su experiencia, en entornos físicos favorables que prevengan problemas de salud; ayudarles en su enfoque económico de jubilación, con información clara sobre los distintos productos que van saliendo al mercado para cuando llegue el momento de dejar el trabajo (hipotecas inversas, microseguros, planes…). Se trata en definitiva de aprovechar por parte del empresario, la sabiduría de estos importantes trabajadores y ayudarles a preparar su etapa futura, lo cual redundará en satisfacción y rendimiento máximo por parte del futuro jubilado y aprovechamiento de sus conocimientos por parte de las nuevas generaciones. Los trabajadores “mayores” son los mejores mentores de las nuevas generaciones. No lo dejemos pasar, pues caeremos de nuevo en errores que ya cayeron ellos 20 o 30 años atrás.

"Fosbury Flop"...y la irremediable innovación

Cuando EE.UU. atleta Dick Fosbury voló por encima de la barra de salto de altura a 7 pies, 4 ¼ pulgadas en las Olimpiadas de 1968 en Ciudad de México, se estableció un récord con el flop "Fosbury". Retorciendo su cuerpo, se arqueó la espalda sobre la barra con los pies por encima de su cabeza. La técnica fue una revolución de los métodos anteriores de la tijereta. Fosbury ganó una medalla de oro y lo más importante, impuso un método de salto de altura, denostado al principio por muchos. En las controvertidas fechas que estamos viviendo, la palabra INNOVACIÓN es sin duda alguna, la clave para el crecimiento profesional tanto de las empresas como de las personas. Predicar la cultura de la innovación supone dos beneficios especialmente: por un lado, la creación de nuevos productos ó servicios que renueven el ya saturado mercado; y por otro la expansión del mercado y la manera de hacer negocios.
Es cierto que la INNOVACIÓN genera riesgos, pero son mayores los beneficios a corto y, sobre todo a medio y largo plazo. Además. Genera el aprendizaje por parte de las personas, de nuevas habilidades y tareas, provocando una infinita aula permanente para los empleados. Todos deben tener clara la cultura de la innovación desde cada uno de sus puestos y ser premiado por ello. El beneficio repercutirá a todos. Cuestionarse procesos, aprender del fracaso, asumir riesgos es sin duda positivo, y aún más en tiempos de crisis… ó ¿es mejor quedarnos parados?.

lunes

Drástico entorno para hacer EQUIPO

Viendo las maravillosas imágenes de este video de You Tube, me viene a la cabeza la inevitable reflexión que surge a menudo cuando hablamos de EQUIPOS DE TRABAJO, sobre la inherente realidad que se le plantea en este sentido a un equipo de alpinistas. La inevitable soledad, el incomparable esfuerzo que supone el objetivo y la insondable necesidad de apoyarse mutuamente al subir una alta montaña, pone de manifiesto la distancia que nos separa este entorno, con respecto a la formación de equipos en un entorno empresarial. En la montaña no puede dudarse sobre la confianza, no existe la incomunicación, no tiene sitio la traición, es incontestable la unión… y, en nuestro vertiginoso mundo civilizado… ¿es también así el funcionamiento de los equipos de trabajo…?; si me permite el lector, creo que debemos reflexionar aún mucho sobre esto, pues no es una cuestión sólo de programas de formación –que siempre ayudan- sino que se trata más de un asentamiento psicológico y de un convencimiento necesario para llegar más lejos tanto por parte de los empresarios como por parte de los trabajadores. Empresa debe ser igual a EQUIPO, en su ejecución diaria. Valga este artículo como emocionado recuerdo a tantos alpinistas como Oscar Pérez (fallecido este verano en el Latok II) que seguro que han vivido a fondo este sentimiento de equipo. Un abrazo a todos y mucho ánimo.